sábado, 11 de octubre de 2025

75 AÑOS DE UNA GRAN TORMENTA EN VALELADO Y SAN CRISTÓBAL

 


UNA GRAN TORMENTA ARRASÓ VIÑEDOS Y MELONARES EN EL VERANO DE 1950


    Ángel Fraile de Pablo

    Sabemos, que las tormentas son típicas de verano o comienzos del otoño. Desgraciadamente es de actualidad en nuestro país estas fuertes descargas de agua en zonas limitadas, con importantes daños a los bienes y a las personas. 

    En la antigüedad, estas tormentas eran igual o más habituales que ahora, y también generaban desgracias en sembrados, viviendas y a veces en personas.  La diferencia es que, al menos eso creo yo, es que entonces las gentes conocían por ellos mismos y sus abuelos, las zonas de cada término que podían inundarse, o como ahora se dice “Potencialmente inundables”. Cuando se producía una fuerte tormenta, sabían dónde iba a parar el agua, y esas zonas estaban generalmente libres de edificaciones, por lo que el daño a los bienes se aminoraba. Todos, o los más mayores, saben que durante algunas épocas se hacían lo que se denominaban como “obrerizas”, donde todos los vecinos iban a limpiar los cauces, caces y arroyos, para que el agua corriera lo más libremente posible. Hoy desgraciadamente hemos olvidado esta cultura popular, y no nos preocupamos ni nosotros, ni casi podría decir que las administraciones.

    Cuando tenemos alguna inundación por lluvias, ha ocurrido que la CHD, de quien depende limpiar el arroyo, por ejemplo, lo ha limpiado pasada la tormenta, o a toro pasado, y haciendo alusión a un viejo refrán popular podemos decir que: …” A buenas horas mangas verdes”. No se trata de echar la culpa a nadie, sino de que debemos de respetar la naturaleza y muchas veces no lo hacemos caso, y mucho peor aún, no aprendemos de los errores.

    Al hilo de estas grandes tormentas, recojo una noticia del año 1950, de finales del mes de agosto, hace 75 años. Una gran tormenta que afectó a S. Cristóbal y Vallelado y otros lugares como Viloria y el Santuario del Henar. Dicha tormenta, se originó en el conocido Pico del Fraile, arrasando la mayor parte del viñedo, que por entonces era un cultivo fundamental y muy importante, también afectando a otros cultivos que aún estaban sin recoger. Por suerte la cosecha de cereal ya estaba recogida, y en las eras solo quedaba la paja. Como cuenta el corresponsal, también se vieron afectados los tejados de muchas viviendas, y como curiosidad, que nos da idea de la fuerza del viento, se cayó un bolo de la torre de San Cristóbal, sin que causara daños personales. No sabemos si la cigüeña sufriría algún percance.

    Podéis leer detenidamente los detalles de la gran tormenta, en el recorte del Adelantado de Segovia que os dejo a continuación.