martes, 19 de marzo de 2024

EL GRAN PEDRISCO DEL AÑO 1942, OTRA GRAN DESGRACIA

 UN GRAN PEDRISCO EN VALLELADO


Ángel Fraile de Pablo

Dice un dicho muy antiguo, que los labradores, siempre están mirando al cielo. Esto es una gran verdad, ya que los cultivos dependen en gran parte de las fuerzas de la naturaleza, y del agua bendita que descargan las nubes. Hoy, en pleno siglo XXI, podemos decir lo mismo, con la diferencia de que las lluvias son más escasas que hace unos años, y el consumo de agua mucho mayor a todos los niveles, y no solo en la agricultura.

El agua casi siempre es beneficiosa para todo, salvo cuando viene en grandes cantidades y en poco espacio de tiempo, produciendo inundaciones.

Un fenómeno atmosférico, muy temido por los labradores, es el granizo, o la piedra que cae del cielo, que en muchas ocasiones ha destruido importantes cantidades de cultivos a punto de recogerse, que es cuando son más probables este tipo de tormentas. Uno de estos hechos desgraciados, muy sonado en Vallelado, ocurrió en el año 1942, recogiendo la triste noticia el centenario periódico "El adelantado de Segovia". Comenzaba  el mes de julio, y en pocos días se iba a empezar la recolección de los cereales, cuando una gran granizada descargó en una zona de nuestro término, destruyendo todos los cultivos que por allí estaban a punto de recogerse. Por aquellos años prácticamente la mayoría de familias dependía de la cosecha para poder salir adelante, entonces los ahorros eran escasos, y estas desgracias eran un duro golpe para la mayoría. como dice la noticia que podéis ver más adelante..."Algunos labradores han quedado en  situación realmente angustiosa". 

Esta es una noticia de las muchas que se daban en pleno verano, para desgracia de los labradores. 

Tres años después, la cosa para el campo fue aún peor, ya que en la primavera de 1945 se produjo una gran helada que destruyó todos los cultivos que entonces había en el campo. Baste decir que no se recogió nada de uva, y por entonces eran muy numerosas las viñas o majuelos, pero el hielo se encargó de destruir los tiernos brotes y racimos que existían en todo el término. Además afectó a los cereales y otros cultivos, a los que arrasó completamente la helada.     Una vez más los labradores miraron al cielo, en este caso para lamentar su destino.  Los más mayores aún lo recuerdan y no se les olvidará mientras vivan...."La helada del año 1945".