viernes, 26 de enero de 2024

EL COLMO DE UN BARBERO

 EL COLMO DE UN BARBERO:

 "UNA TOMADURA DE PELO"



Ángel Fraile de Pablo


Por mucho que nos quejemos, la vida ha evolucionado positivamente, y en no muchos años; me refiero sobre todo en el aspecto material de la misma.


Hoy nos cuesta, al menos así lo afirmamos, el sacar adelante a los hijos, en la mayoría de los casos uno o dos, o ya excepcionalmente tres. Antiguamente nuestros padres y abuelos, con unos medios económicos infinitamente menores, mantenían a media docena, e incluso muchas familias algunos más. El sacrificio familiar era mayor y el trabajo del cabeza de familia tenía que multiplicarse, haciendo lo que hoy llamamos pluriempleo.


Cierto padre de familia, barbero de profesión, tenía que afeitar y cortar mucho pelo, para que las pelas llegaran para sacar adelante a los pequeños; así que en  cuanto le quedaba libre un momento, se hacía por un momento, vendedor, repartidor...lo que fuera con tal de ganar unas perras. 


Estando un buen día con la barbería a rebosar de clientes, y viendo que tenía que hacer un encargo o trabajo extra, y que si atendía una cosa dejaba la otra abandonada, hizo que  con afán y la codicia, no perdiera ninguno de los trabajos, y se las ingenió para dejar un momento  los clientes de la peluquería, alegando que se encontraba indispuesto y que iba un momento al W.C.,  porque le corría prisa; todos sabemos lo perentorio de estas situaciones, por lo que a nadie le extrañó la prisa. Todos confiados esperaron pacientemente a que el buen señor aligerara su apretón, y aunque el rato fue mayor de lo que esperaban no dijeron casi nada por educación. Lo que no sabía la paciente clientela, es que la disculpa le sirvió para hacer un pequeño trabajo extra, teniendo la oportunidad de ganar unas pesetillas que bien le iban a venir. Podíamos afirmar sin temor a equivocarnos y que este sería el colmo de un barbero. Un hecho cierto sin querer dar más detalles. El ingenioso, bien podía haber pasado a figurar en las páginas del Quijote de Cervantes, si hubiera nacido un poco antes. 

El tal barbero, hombre de muchos oficios,  tomo el pelo a sus clientes antes de cortárselo. Nunca mejor dicho.

Siempre ha existido en España la picaresca, ahí tenemos la obra del Lazarillo de Tormes, y seguirá existiendo, unas veces para sobrevivir y otras para vivir..mejor, aunque en esta última ocasión sea aprovechándose de la buena fe de los demás.