"No paras en casa ni un momento...pareces un candongo."
Ángel Fraile
Siempre hemos oído que nuestro idioma castellano es muy rico, en cuanto a vocablos y expresiones. Además con el paso de los años el idioma va evolucionando y surgen nuevas palabras. Al contrario, muchas palabras van pasando a un segundo nivel por el poco uso. Se dice en círculos de entendidos en el idioma que cada vez usamos menos palabras para expresarnos, y eso también empobrece el idioma.
Hoy voy a hacer un pequeño comentario sobre esas palabras que forman parte del idioma castellano, pero que se han ido olvidando, y que siguen formando parte del diccionario. Ahí está esta riqueza de la que he empezado a hablar.
Una de esas palabras, por poner un ejemplo, es "Candonga", que a una gran mayoría no les dirá nada, pero que a los que tiene más edad enseguida les vendrá a la memoria, y dirán que la han oído y usado muchas veces, pero quizás hace ya tiempo.
Si consultamos el diccionario de la Real Academia, veremos que no se encuentra, ni siquiera en el Diccionario de María Moliner.
Si que la recoge el Diccionario del Castellano Tradicional:
"Se dice de la mujer que tiene una actitud desenfadada, alegre, libre". Esto mismo, quizás con menos frecuencia, también se decía de los hombres. Se refiere a esas personas que están todo el día en la calle, que van de un lugar a otro como si no tuvieran otra ocupación, ..."Anda Candongo que estas todo el día en la calle". En una comarca como la nuestra, que tuvo hace ya unos años una gran industria dedicada al secado y producción de achicoria tostada, cuando el café era un producto para personas de cierto nivel, los secaderos de esta raíz se alimentaban con leña en unos enormes hornos. Estos hornos tenían unas chimeneas que terminaban en un sombrero que se movía con el viento. A estas chimeneas se les denominaba "Candongas", será porque no paraban de moverse. Todavía se pueden ver en algunos secaderos abandonados en la zona de Cuéllar o Íscar. La poetisa cuellarana Alfonsa de la Torre, buena conocedora de las tradiciones y de las palabras que se usaban en toda la zona de Cuéllar, dice a propósito de "Candonga". "Cubierta o caperuza de chimenea, que gira a favor del viento".
La villa de Cuéllar, tuvo una gran importancia en el desarrollo de la industria de la achicoria durante el siglo XX. Si ampliamos un poco más la zona de cultivo y transformación de esta raíz, que tuvo una gran importancia durante la guerra Civil Española y después, podíamos trazar un círculo que englobase la zona de influencia que cogiese Íscar y Cuéllar. La raíz cultivada en toda esta zona, la más importante de España en aquella época, se secaba y transformaba en las distintas fábricas que había, donde se empelaba muchísima mano de obra, sobre todo mujeres.
Estos edificios donde se secaba la raíz, tenían unos grandes hornos que se alimentaban con leña. Concretamente en Cuéllar y algunos pueblos de alrededor, en el invierno se distinguían multitud de edificios donde se divisaban estas chimeneas a las que todos conocían como "Candongas. En la parte final tenían una especie de sombrerete que giraba con el viento para facilitar la extracción de los humos.
Como vemos, tanto el significado que nos trae el Diccionario del Castellano tradicional, como el recogido por Alfonsa tienen una relación directa. La duda nos surge si fue primero la candonga chimenea o el apelativo a aquellos que andan de un sitio para otro sin hacer nada útil.