viernes, 16 de abril de 2021

UNA BONITA HISTORIA DE HACE CASI UN SIGLO

 CUENTO QUE PARECE HISTORIA,

HISTORIA QUE PARECE CUENTO

(Autor: Ángel Fraile Muñoz. Año 1923)

Hace casi 100 años que fue escrito este poema por un tío abuelo mío. La expongo aquí, porque nos relata las peripecias de dos jóvenes que van desde Cuéllar, en moto, a los toros a Valladolid 

Ángel Fraile Muñoz



Anteayer, día de toros,

A eso de las nueve y media,

Salieron de la muy noble y heroica villa de Cuéllar,

El niño de los “tambores” y la niña de las “coletas”;

Él, dirigiendo la moto, ella en el seicar.

Con grandes palpitaciones suben por la calle Nueva,

Donde todos los chiquillos llenos de entusiasmo esperan.

De ello está advertido el chofer, que con tranquila apariencia

Va despejando el camino a los toques de sirena.

Han dado vista al castillo;

En él la rancia nobleza

Dejó la huella indeleble

De su estirpe y su grandeza.

Pero ellos no paran mientes

En pretéritas proezas;

Más que un Saldaña en la historia,

Vale un lalanda en la arena.

Y siguen, y siguen salvando,

Raudos la distancia aquella,

Que les separa del coso

Donde ha de verse la brega.

Mas, ¡ oh, esperanza del hombre

Cual veleidosa te muestras!

En San Miguel un pinchazo

Hirió a la motocicleta.

Los viajeros, que hasta entonces

Demostraron complacencia

Tornáronse cojijundos

Ante la avería aquella,

Y hete al hermano “novicio”

Que , con singular paciencia,

Va deteniendo la fuga

Con parcheos y  encomiendas.

Mientras tanto, y no fue poco,

Pues tardó el pollo hora y media,

La pobre Maru esperaba,

Junto al lumbral de una puerta.

Una vieja que observaba

Desde un ventano allí cerca, lamentábase irritada

De la”endemoniada ciencia”

Pues ella en sus mocedades

Con rumatismo en las piernas

En la trasera de un burro

Fue a los baños de Plasencia.

El historiador, no puede

Asegurar con certeza,

Si en Santiago o en Portillo

En Arrabal o en Aldea,

Se registró un nuevo caso de lesión o peripecia,

Que impidiera al motociclo

Seguir su veloz carrera;

Sólo puede, a grandes rasgos, explicar a ciencia cierta

como por el Campo Grande

A eso de las tres y media,

Haciendo alarde de cambios,

explosiones y “piruetas”,

pasó el “niño  los tambores”

con “la niña las coletas”.

Lean la historia señores

De dos jóvenes de Cuéllar

Que ávidos de ver toros

Salen en motocicleta

En un día de septiembre,

A eso de las nueve y media,

Y a Valladolid llegaron

En punto, a las tres y media,