miércoles, 30 de septiembre de 2020

TRES FRUTOS EN UN MISMO PINO.

 

Ángel Fraile

Es conveniente, y pienso yo que gratificante, conocer el entorno en que habitamos cada uno de nosotros. Hoy las prisas y el vértigo en el que vivimos y al cual nos  apuntamos, nos priva de disfrutar de las cosas sencillas y de las que tenemos enfrente de nuestros ojos, pero las llamadas Redes Sociales e internet, a veces nos hacen perder la perspectiva y no darnos cuenta de donde nos encontramos y lo que tenemos a nuestro alrededor. 

Estamos en una gran comarca natural llamada "Tierra de Pinares", por lo que debemos de conocer al menos una parte de lo que ello supone y de su riqueza ambiental. 

Para muestra un botón: El pino más abundante en nuestro término es el llamado "pino negral" o resinero, y en menor medida el "pino piñonero", con ese rico manjar que es su fruto, el piñón. Tanto, uno como otro pino,  dan como fruto unas piñas, que en el primer caso son alargadas, con unos piñones muy pequeños. Estas piñas cuando se abren y caen al suelo las conocemos como "Piños" o "Piñotes", y antiguamente servían para encender la lumbre de leña.

Las piñas del pino piñonero, tardan tres años en madurar, por lo que en un mismo ejemplar podemos ver tres tipos de piñas: Una piña muy pequeña, que se conoce como "Perindola" por su  forma de peonza. Posteriormente esta piña va creciendo y el segundo año se convierte en una piña de un tamaño mayor. No es hasta el tercer año cuando la piña adquiere un gran tamaño de un color verdoso que va oscureciendo a medida que madura, conteniendo en su interior los sabrosos piñones, que con el calor del verano se abre, cayendo el fruto al suelo,  si no se recogen para comercializarlos.

En el pino negral o resinero encontramos dos tipos de piñas: Una pequeña y otra que ya está madurando. A diferencia del pino albar, esta piña, es más alargada y de menor diámetro y  madura en solo dos años. Como habitualmente no se recoge en el propio pino, la piña con el calor, se abre y las pequeñas semilla que están recubiertas de una especie de ala transparente, haciendo que vuelen con el viento de un lugar a otro, perpetuando la especie. Es por ello que si nos fijamos bien, encontramos tres piñas de diferentes tamaños en un mismo pino si es piñonero y dos si es negral.  Es posible que hayamos estado muchas veces en el pinar, y no nos hemos dado cuenta de estos detalles tan curiosos, por otra parte. En la foto de la pina de Vallelado, hecha hace unos días, podemos la piña mas grande que madura este año y la otra más pequeña. La piña que vemos abierta es del año pasado aunque todavía no ha caído al suelo. 

Os expongo unas fotos para ilustrar este pequeño artículo, que espero que os haya enseñado algo más de este privilegiado entorno, a los que no  lo conocían aún.