Ángel Fraile
El pasado 17 de agosto, se cumplieron 68 años del incendio que se produjo en la antigua iglesia de Vallelado. El siniestro parece que empezó entre las 2:30 y 3 de la tarde, del 17 de agosto de 1955. Una hora en el que podemos suponer que habría poca gente por la calle. Sin embargo algunos vecinos vieron que salía bastante humo de la iglesia lo que les alarmó. Una de las personas que primero vio el incendio fue Iluminada Baeza, que iba en casa de su abuelo que vivía en la plaza, por lo que pudieron dar el aviso a todos los vecinos.
El diario segoviano de la tarde de aquella época, "El adelantado de Segovia", recogió la noticia el mismo día del incendio, en la sección titulada "Última hora", con el título: "Incendio en la iglesia parroquial de Vallelado".
Rápidamente dieron el aviso, acudiendo todos los vecinos a sofocar el incendio, junto con el sacerdote y las autoridades y los guardias Civiles del puesto de Vallelado.
Inmediatamente el Sr. cura retiró el Santísimo del altar mayor, mientras los vecinos trataban de apagar el fuego. A la media hora de haberse iniciado el fuego, este fue extinguido. La rápida actuación hizo que el incendio no tomara grandes proporciones, y pudiese ser controlado y apagado pronto. EL incendio afectó a uno de los altares que se encontraban cerca del altar mayor, en la parte derecha, mirando al altar mayor.
El mismo diario manifiestas, que las causas no se conocen, y que es posible que se debiera a un hachero que se quedase inadvertidamente encendido, sin que en aquel momento lo dieran solo como una posible hipótesis. "En cuanto a las pérdidas ocasionadas, son de alguna consideración. Quedó destruido un altar, varios reclinatorios, y parte del piso del templo, así como un cielo raso que se desplomó" .
Los responsables municipales de aquella época. pronto se pusieron manos a la obra, reuniéndose esa misma noche para la evaluación de los daños y para averiguar las posibles causas del siniestro.
No sabemos con detalle como quedó la iglesia, aunque parece que no sufrió grandes desperfectos, suponemos que esto fue el comienzo, o la chispa (a modo de símil) para que decidiesen que había que derruirla y hacerla nueva, como así ocurrió a finales de los años 50 del pasado siglo XX.
Todos somos muy dados a nuestra opinión sobre actuaciones o decisiones de hace muchos años, con nuestra mentalidad actual. Por lo que, bajo mi punto de vista, no debemos de valorar esta decisión, después de tantos años. Los tiempos eran otros, así como la forma de pensar. De todas formas parece que hubo varios vecinos que no estaban muy de acuerdo y se oponían a aquella drástica decisión, pero quizás no con el suficiente peso para revertir un acuerdo municipal y de las autoridades eclesiásticas de la época.
