Ángel Fraile
Como estaba programado por la Asociación Cultural La Tahona, el sábado 28 de mayo, realizamos esta nueva marcha, que tenía la particularidad de combinar historia y naturaleza y música al aire libre. Se trataba de aprender algo de historia de nuestro entorno, y finalizar con un pequeño concierto de guitarra en algún lugar natural y tranquilo.
La parte histórica, tendría lugar visitando el "Cantón de Torre", un antiguo cantón de piedra que marcaba el límite entre los términos de Vallelado y el pueblo de Torre.
Antes de salir del pueblo, nos detuvimos un momento en la calle Tahona, junto a la carretera, al lado de la casa de Gregorio y Benedicta, ya que la visita al despoblado de Torre tenía relación con ella. Esta vivienda será actualmente de las más antiguas de Vallelado y se encuentra en mal estado. Tiene la particularidad que en ella hay una puerta de madera perteneciente a una de las estancias, que según la tradición perteneció a la sacristía de la antigua iglesia de Torre. Recuerdo con cariño a Benedicta, con la que charle muchas veces, que me enseñaba con orgullo esta antigua puerta, con una gran llave y cerradura.
Seguimos nuestra marcha por la calle Fragua, calle del Moral, Travesía real Abajo, para salir a calle del Molino y por la carretera de Chañe coger el camino de Torre que nos conduce hasta el Cantón. En el propio lugar donde se encuentra el Cantón, comentamos algunos datos de importancia histórica del poblado de Torre: En el año 1765, los tres vecinos, o familias, que quedaban en este pueblecito decidieron unirse a Vallelado, por las malas condiciones de habitabilidad de sus viviendas, a causa de las humedades de aquel terreno, así como los gravosos impuestos , a los que no podían hacer frente. Después nos pusimos en marcha en dirección a la cañada del Molino, en las faldas del Pico Torre, donde nos esperaba un guitarrista, para ofrecernos un pequeño repertorio en plena naturaleza. El lugar elegido resultó ser un rincón especial, junto a unos almendros y en un terreno llano. Allí pudimos sentarnos en el suelo, y el que no, en sillas que facilitó el ayuntamiento, para estar más comodamente.
La tarde, aunque calurosa, fue agradable porque corría una ligera brisa que hacía que se soportara bien el calor.
Antonio Hurtado, que así se llama el guitarrista, es natural de Pedrajas de San Esteban. Nos ofreció un repertorio clásico, al principio, para luego terminar con canciones flamencas y algunas más populares.
Para finalizar, pues ya empezaba a caer la tarde, Gerardo nos deleitó con alguna canción tradicional acompañado del sonido de la guitarra de Toñín. Una jornada que creo que todos disfrutamos en un marco incomparable y muy bonito. Desde allí se divisaba parte del casco urbano de Vallelado así como la torre de la iglesia.
Cercano a este lugar, Gerardo nos mostró el lugar donde hubo, hace ya muchos años, una choza-cueva, donde vivían, o podíamos decir sin riesgo a equivocarnos, que malvivía una familia de componedores con sus dos hijos pequeños, que venían a buscar trabajo a Vallelado y a los pueblos de alrededor. Las malas condiciones de vida y la pobreza, hicieron que un día del mes de diciembre, imaginamos que frío, los padres se marcharan a buscar el sustento diario, dejando a los niños en la choza. Un incendio, hizo que perecieran las dos criaturas cuando estaban solos dentro. Imaginamos la triste sorpresa de sus progenitores Joaquín y Valentina, a su vuelta. Los más mayores aún recuerdan este desgraciado hecho ocurrido en Vallelado, un 17 de diciembre de 1946.
El niño Joaquín tenía tan solo 6 años y su hermana Julia 10 meses. Un desgraciado hecho, como consecuencia de las malas condiciones de vida por las que tenían que pasar muchas familias en aquellos años.
Espero que tanto la marcha como el pequeño concierto haya sido del agrado de todos. Para mi resulto una bonita tarde.
Me gustaría que alguna persona de las que acudieron nos diera su impresión y su parecer de la tarde del 28 de mayo, para que no se conviertan los comentarios en un monólogo. Ahí que da la propuesta.
Las fotos para el recuerdo son de Diego Baeza y de un servidor