Ángel
Fraile
El sábado 7 de septiembre, como estaba
previsto, hicimos la marcha anual a pie , que suele ser antes de las fiestas. Este
año hemos ido a conocer el pueblecito de Santiago del Arroyo. Allí llegamos en
vehículos particulares, unos desde
Vallelado, también ya es habitual que nos acompañen algunos amigos de Pedrajas de
S. Esteban, además de Carlos que ya es también de Vallelado. Otros desde
Valladolid.
Luego de visitar toda la iglesia, que
amablemente nos enseñó Ignacio Bustamante, un buen amante y conocedor de la
naturaleza y de su pueblo, salimos al exterior para contemplar una fachada de
lo que fue un importante edificio blasonado.
Con la inseguridad atmosférica de la
tarde, pues amenazaba tormenta y lluvia, nos pusimos en camino. Después de
cruzar la autovía de Valladolid - Segovia, iniciamos la subida al sabinar de
Santiago. En el repecho comenzaron a caer gotas, y llegando arriba al llano, nos
pusimos el chubasquero, sacamos el paraguas, y nos refugiamos unos minutos
debajo de algunos pinos y encinas.
Cuando parecía que escampaba nos
pusimos de nuevo en camino, cruzando el cerro hasta llegar a dar vista al valle
del arroyo de Valseca, que va en busca del arroyo del Henar.Por por toda la
falda de la montaña, siempre dando vista al valle citado, fuimos contemplando,
las sabinas enebros, pinos y encinas, un bonito y variado paisaje natural, que
no es habitual por la zona. Así llegamos hasta "La pila", En este lugar podemos ver como sobre una
piedra viva, un antiguo escultor, inició la talla de lo que parece que iba a
ser una gran pila bautismal. Solo está tallada la parte superior de la misma,
pero no se conoce más de este misterio que merece la pena ver in situ. Continuamos
cerro adelante para llegar hasta
"Las mellizas", así conocen los vecinos dos piedras de gran tamaño
que están una sobre la otra, formando una oquedad de forma triangular y que da
la sensación que de un momento a otro van a rodar ladera abajo. En este mismo
lugar hicimos una pequeña parada para dar unos datos sobre las sabinas y los
enebros que pueblan mayoritariamente este bosque, diferenciando estas dos
especies, que aunque pertenecientes a la
misma familia tienen sus un aspecto diferente.
A continuación queríamos conocer el
paraje natural del "Riscal". Como no dábamos con el mismo, decidimos
hacer una parada para reponer fuerzas cada cual con su tentempié. Un poco
defraudados por no dar con la zona
conocida como "Riscal", emprendimos el camino de vuelta hacia
Santiago. Al poco tiempo de empezar a
andar, y como si Santiago nos hubiera iluminado, encontramos el lugar con el vistoso manto de piedras
afiladas y llenas de pequeñas oquedades. Una estampa única, que durante muchos
años se vio mermada por el comercio de estas piedras para chalets y
construcciones particulares. Afortunadamente esta moda paso y hoy podemos
contemplar lo que queda de este "lapiaz", que sería su nombre más
adecuado.
Una
tarde que en principio nos mojó un poco, pero que al final disfrutamos con una
agradable temperatura. La humedad favoreció que respirásemos los aromas de enebros, sabinas y las hierbas aromáticas de
la zona como la lavanda.
Nos
acompañaron en esta bonita excursión:
Julián Lagunar, Mª Luisa del Ser, Mª
Jesús Aranda, Sagrario Villa, Milagros Maroto, Pablo Ortega y Bautista de la Calle, Mª Eugenia González, Ana Vicente,
Cesar y Marta (La italiana), desde Vallelado.
Yolanda
Sanz, Paco Yusta Leocadio Heredero, Jorge Arranz , Roberto García , Mª Ángeles García , Mª
Carmen Capa y Carlos Arranz, desde
Pedrajas de S. Esteban.
Antonio
Ibáñez, Asunción Cocho Agustín Fraile, Mª Fe Núñez, Esther Gamarra, y el que suscribe, que fuimos directamente
desde Valladolid.
Esperamos que todos hayan disfrutado de
esta tarde y que al menos hayamos aprendido algo sobre la historia y la
naturaleza de Santiago del Arroyo.