PASEO ENTRE EL RÍO CEGA Y EL PIRÓN, ENTRAMBASAGUAS
Ángel Fraile
Muy cerca de Vallelado tenemos la villa carpintera de Íscar y el paraje de la Puente Blanca, como ya hemos comentado en otras ocasiones. En los límites provinciales de Segovia y Valladolid, tenemos los ríos Cega y Pirón. El pirón es un afluente del Cega por la margen izquierda que desemboca en él dentro del término de Íscar, ya muy cerca de Cogeces de Iscar.
En este tiempo de calor podemos dar un paseo por dicha zona, que está perfectamente señalizada, por toda la orilla derecha del Pirón. Es conveniente madrugar un poco para aprovechar el fresco de la mañana. El camino que sale antes de llegar al cruce del Puente blanca a la derecha nos conducirá hasta el comienzo de la ruta. Llegaremos si seguimos las señales hasta el río Cega, y luego siguiendo por un sendero a la izquierda nos conducirá hasta la desembocadura del Pirón. En esta época estival viene muy poquito agua pero es una bonito paisaje. El río Cega por aquí marca los límites de la provincia de Segovia y Valladolid. La margen derecha pertenece a Mata de Cuéllar y la izquierda a Íscar De paso si vamos preparados nos podemos dar un pequeño baño en las guas del Cega, pues es una zona arenosa y muy agradable. No se necesita saber nadar pues cubre poco, pero sirve para refrescarse. Esta ruta a pocos kilómetros de Vallelado, seguro que es desconocida para muchos, al menos yo no la he conocido hasta hace unos días, y merece la pena. De paso podemos disfrutar del pinar y de bonitos paisajes para los amantes de la fotografía. Con suerte podemos ver alguna garza real y la diversidad de vegetación de ribera. La presa del río pirón se encuentra a medio camino. Para volver tenemos la opción de volver por el mismo sitio o seguir en forma de círculo el camino nos conducirá hasta la carretera de Cuéllar a Íscar, donde hemos comenzado la ruta. A lo largo del recorrido podemos ver pinos negrales que se encuentran en explotación para la extracción de resina y pinos albares o piñoneos, y como no plantas autóctonas como la jara, retamas, y alguna encina, además de toda la vegetación típica de ribera como las aneas, que en esta época lucen esa bonita flor con forma de puro que nos llama tanto la atención. Más o menos la ruta, totalmente llana, tiene unos 8 km de recorrido.
Os muestro aquí unas fotografías para que os animéis a realizarla.
