LA ANTIGUA POBRERA
Ángel Fraile
Si consultamos el diccionario de la RAE, a propósito de la palabra "Pobrera", comprobaremos que no existe tal palabra; únicamente encontramos la palabra "Pobre" que nos indica, que es aquella persona necesitada, o que no tiene lo suficiente para vivir.
En algunos casos, cuando la persona estaba en peligro de muerte, en su propio lecho, y si esta tenía bienes, aunque fueran pocos, la familia llamaba a un notario para que el enfermo hiciera testamento en sus últimos momentos de vida, para facilitar los trámites a la hora de recibir la herencia. Triste parece esta situación extrema, cuando uno está a las puertas del otro mundo.
En Vallelado, como por otros pueblos, pasaban regularmente personas pobres de otros lugares, que vivían de las limosnas que les daban cuando pedían de casa en casa. En el año 1933 el ayuntamiento de Vallelado construyó un local para que se refugiasen los pobres que por aquí venían a pedir, para que al menos tuvieran un sitio donde poder dormir y resguardarse de las inclemencias del tiempo. El local estuvo situado junto a la Cruz de piedra que se encuentra junto al camino de la Vega. Este crucero de piedra, es el más antiguo conocido en Vallelado y aunque no está datado, pensamos que es del siglo XVI. Es conocida esta cruz como " Cruz de la pobrera". Suponemos que antiguamente llevaría otro nombre que desconocemos.
En el año 1942 hubo una epidemia de tifus, y a instancia del médico titular, se cierra este local por el peligro que existía para la propagación de esta enfermedad. Dos años más tarde y como medida sanitaria el ayuntamiento manda derribar y destruir dicho local. Ese mismo año había fallecido en dicha pobrera una mujer que allí se refugiaba, que se llamaba Ana.
En aquellos años, desgraciadamente el número de personas y familias pobres en Vallelado era bastante elevado. Como consecuencia de ello, y para aliviar en lo posible a estas familias, el Ayuntamiento acuerda, en la Navidad de 1946, repartir entre ellos la cantidad de 118 pts.... "procurándoles la mayor alegría en estas fechas de Navidad" Ya sabemos aquello de que la alegría dura poco en casa del pobre, pero al menos en días tan señalados había un rayo de luz.
En el año 1946, un poco antes de la navidad, la choza donde vivían Joaquín y Valentina, componedores, se incendió cuando dentro estaban dos niños de esta pareja, uno de 6 años y un bebe de 10 meses, y murieron asfixiados. La choza estaba situada en el camino del molino, y todavía la gente más mayor lo recuerda.
Con motivo de esta desgracia, y al haber sido destruida la choza que ocupaban el joven matrimonio pobre formado por Joaquín y Valentina, tuvieron que ser alojados en casa de Antolín Maroto, quien fue gratificado por el Ayuntamiento con 40 pts.