domingo, 8 de noviembre de 2020

TODO UN LUJO...AL ALCANCE DE MUCHOS


Nos encontramos en pleno otoño, una época donde las plantas, y los árboles se quedan sin hojas de cara al invierno, reduciendo su metabolismo al mínimo. Los álamos que pueblan el río y otras especies de árboles, toman un tono entre el amarillo y el ocre creando verdaderos paisajes que alimentan el espíritu. Si el otoño viene húmedo, como es el caso de este año, proliferan los hongos y las setas en pinares, prados y otros lugares. Es la época más adecuada para ir a buscar setas o nícalos, como ocurre por aquí, donde abundan los pinares. No se trata de ir al pinar y coger 25 kilos de níscalos. Se trata de disfrutar de la buena temperatura y  de esa sorpresa y sonrisa que se nos pone cuando encontramos esta apreciada seta entre el burrajo o bajo una jara, asomando con ese color anaranjado del que tanto disfrutamos. 

Pensábamos en el mes de septiembre y primeros de octubre que íbamos a tener otro año más sin nícalos, pero al final vinieron las lluvias y aparecieron. Son muchas las personas que por afición salen a buscar nícalos, con las normas que dan los ayuntamientos y que básicamente consiste en no arrasar el pinar, no coger las setas que no conozcamos, y no dar patadas a todo lo que vemos y no  vamos a coger. Imprescindible ir con una cesta y no con bolsas de plástico. Unas normas básicas de respeto al entorno, pensando también en los demás. 


Disfrutaremos de este suave otoño en el campo o en el pinar. De esta manera pondremos en valor este maravilloso paisaje del que disponemos en nuestra Tierra de Pinares, tantas veces infravalorado.