miércoles, 3 de febrero de 2016

RELACIÓN HISTÓRICA ENTRE S. MIGUEL DEL ARROYO Y VALLELADO


SAN CORNELIO Y EL CRISTO DE ÓVILO
(Publicado en la revista Cuellarana  "La Villa" )

         Ángel Fraile de Pablo

         Cuando hablamos de historia, referida a los acontecimientos más cercanos en relación con nuestro pueblo, nos estamos refiriendo en muchos casos, a la tradición oral que nos han trasmitido nuestros antepasados,  sin que por ello sea menos importante  o tenga menos valor que la escrita. Estos acontecimientos narrados,  están basados en hechos reales, aunque  la trasmisión oral de unos a otros, y el paso de los años, haya deformado la realidad de los mismos. Por otra parte, la rivalidad entre  pueblos vecinos, ha sido una constante a lo largo de la histórica, por lo que a veces estas narraciones han estado influenciados por excesivo interés local . Vamos a poner algún ejemplo concreto para ilustrar estas afirmaciones.

      
Cristo de Óvilo, actualmente
 en la iglesia de S. Cristóbal de Cuéllar
Ya hemos contado más de una vez, que en el actual término de Vallelado, conocemos  al menos 5 emplazamientos donde hace muchos años existieron pequeños núcleos o pueblos habitados, pero que por diversas circunstancias desaparecieron como tales. Uno de estos pueblos fue Torre, conocido en sus orígenes como "Torre de don Velasco", siendo el último que desapareció, concretamente en el año 1765.
         Cuando algún pequeño pueblo se despoblaba definitivamente, las últimas familias y vecinos, como era lo más lógico, pasaban a vivir generalmente a los pueblos limítrofes para seguir  allí ganándose el sustento. En este caso de Torre, así ocurrió, y las cosas de valor que poseía la iglesia, se  depositaron temporalmente y por orden del obispado de Segovia, en la iglesia de Vallelado, hasta disponer legalmente a quien pertenecían esta,  una vez desaparecido el pueblo como tal. Esta circunstancia originó muchos roces y discusiones entre los vecinos, así como entre los curas de otros pueblos que querían hacerse con estas pertenencias para su iglesia.

         En el siglo XVII, un siglo al que se le conoce históricamente como el siglo de la gran crisis, por haber sido muy duro en cuanto a epidemias, sequías, etc y que trajo como consecuencia de todo ello, que se borraran del mapa un buen número  de pequeñas aldeas. Baste decir, que durante esta centuria en la zona de Cuéllar desaparecieron  al menos 20 núcleos habitados. Uno de estos, fue el pueblo de Óvilo, situado junto al río Cega, en el actual término de Vallelado. Conocemos pocos datos del año concreto en que  desapareció, pero sabemos que las pertenencias de la iglesia se agregaron a la iglesia de Torre. Aunque no tenemos detalles de ello, esta circunstancia seguro que tuvo sus más y sus menos entre los pueblos más cercanos como eran Vallelado,  La Mata y San Cristóbal. Digo esto, porque los más ancianos cuentan que según les habían contado sus abuelos, los vecinos de Vallelado se quedaron con las tierras del despoblado de Óvilo, y que a San Cristóbal les contentaron entregándoles el Santo Cristo de la iglesia de Santa María, a quien estaba dedicada. Este  Cristo es el que ahora se encuentra  presidiendo el altar mayor de la bonita iglesia de San Cristóbal de Cuéllar. En San Cristóbal cuando comentaban  este tema, era habitual que alguien terminara la conversación afirmando: "Y eso que los de Vallelado se las daban de muy devotos y cristianos...". manifestando así el mayor interés que tenían estos últimos, aunque tenían fama de ser muy religiosos.
          Durante todos estos siglos desde que desapareció Óvilo, (posiblemente sería en la primera mitad del siglo XVII) se ha ido trasmitiendo todo esto, seguramente con la pérdida de detalles de estos hechos, pero la tradición oral, se ha ido diluyendo y las generaciones más jóvenes van perdiendo detalle y olvidando parte de estos hechos. Cuentan, que  incluso en alguna ocasión, hace ya muchos años, los vecinos de San Cristóbal, sacaron el Cristo de Óvilo en rogativa, hasta la vela de Vallelado, con motivo de pedir agua en alguna de las fuertes sequías. ( Estas sequías  tenían por entonces consecuencias fatales para la población, porque la vida dependía básicamente de lo que se recogía ese año).  Enterados los de Vallelado de este hecho, salieron al encuentro de sus vecinos  con los que llevaban años o siglos de rivalidad por este tema, por lo cual quisieron arrebatarles el Cristo de Óvilo, porque no estaban muy conformes con que se hubieran quedado con él los de San Cristóbal.  Según los más mayores de San Cristóbal en el rifi rafe que hubo entre los dos pueblos, hubo más que palabras... o sea que hubo leña y no precisamente para quemar. La rogativa se convirtió en una pequeña batalla, pero los de San Cristóbal  no dejaron que les arrebataran a su Cristo, al que tanta devoción tenían y siguen teniendo.
         Puede comprobarse, como en estos casos cada uno cuenta la feria según le va, y a falta de datos escritos en esta parte de nuestra historia, bueno es disponer de la tradición oral que nos ha llegado. Es importante conocer la historia a nivel general, pero también nuestra historia más cercana, a veces tan  poco valorada, por lo que invito a todos los conocer este Santo Cristo, procedente según la tradición del  despoblado de Óvilo, y de paso visitar la preciosa iglesia de San Cristóbal, donde se pueden apreciar elementos mudéjares en su construcción.
         En la iglesia del desaparecido Torre, existió una cofradía dedicada a San Cornelio y San Cipriano, con gran devoción de sus vecinos. Estos santos fueron coetáneos, de los primeros siglos del cristianismo.
         Cuando se despuebla Torre, a mediados del siglo XVIII, como ya hemos dicho antes, los pocos vecinos que allí quedaban, pasaron a vivir a Vallelado. Ambos pueblos firmaron una escritura de "Concordia y Unión" en la que se detallaban las obligaciones de cada uno de los concejos o ayuntamientos, todo ello con el debido permiso del Duque de Alburquerque, Señor de Cuéllar y su tierra. Aparte del acuerdo citado, la iglesia por su parte o los curas  de los pueblos limítrofes, entre ellos el cura de la iglesia de San Esteban de  San Miguel del Arroyo, se disputan las pertenencias de la iglesia así como los diezmos y demás posesiones de esta. Durante décadas estuvieron en pleito con el concejo de Vallelado, núcleo más cercano al despoblado Torre. La imagen de San Cornelio que ya hemos dicho que se encontraba en Torre,  parece que fue a parar  a esta dicha iglesia de San Esteban, aunque los vecinos de Vallelado no estuvieran conformes. Desde entonces Vallelado no ha olvidado aún este agravio y les voy a contar porqué:

          Cuentan los más ancianos de San Miguel del Arroyo, que la imagen de la virgen de la Fuenlabradilla, a la que tienen gran devoción los vecinos, procede del despoblado de  Óvilo, de Valarto o del de Torre, y que  parece que hubo un convenio entre Vallelado y San Miguel del Arroyo, que consistía en que Vallelado tenía que entregar  a los vecinos de San Miguel la Virgen de Fuenlabradilla, a cambio de devolver estos a San Cornelio....  Vallelado, cumplió su parte del convenio, entregando a los vecinos de San Miguel, la imagen de la Virgen de la Fuenlabradilla,...pero como Vallelado mandó una imagen muy fea y en mal estado, en palabras de la gente:... "un haz de pajas vestido", con lo cual San Miguel no quiso devolver a San Cornelio. Este hecho, Vallelado no le perdonó nunca y se decía que San Cornelio todavía tenía que rebuznar, en el sentido de que el pleito entre ambos pueblos aún estaba sin resolverse definitivamente. (La imagen de San Cornelio, de la cual tienen constancia los más mayores de San Miguel, desapareció y no se sabe dónde ha ido a parar, ni donde se encuentra actualmente).

         El tiempo y el sentido común ha hecho que todo esto esté superado  y si aún queda algo de rivalidad, es sana y está superada, tanto por parte de los vecinos de San Miguel del Arroyo  como con los de Vallelado, existiendo una buena relación entre ambos pueblos, a lo que ha contribuido la buena comunicación por carretera desde hace unos años.  Las gentes de San Miguel del Arroyo adoran a su virgen de la Fuenlabradilla, por cierto recién restaurada,  y a la que el domingo de pentecostés, sacan en procesión hasta una antigua ermita templaria. La imagen de Nuestra Señora de la Fuenlabradilla se encuentra actualmente en la pequeña iglesia de San Esteban, antiguamente perteneciente al obispado de Segovia, aunque ahora forma parte del obispado de Valladolid. Aprovecho la ocasión para felicitar a San Miguel del Arroyo y a los componentes y devotos de la cofradía de la Fuenlabradilla, por la buena conservación de esta iglesia de San Esteban que cuidan con mimo y esmero. Ahora que lo sabemos, podríamos tomar buena nota de ello, y  bien podría ser una buena disculpa  para ir a conocer esta iglesia e imagen en la próxima festividad de la Fuenlabradilla.