viernes, 21 de marzo de 2025

OTRO POEMA DE MI ABUELO IGNACIO FRAILE

        Ángel Fraile

    De nuevo publico otro poema de mi abuelo Ignacio. Estos poemas que voy publicando, aunque escritos hace ya bastantes años, podrían ser actuales, si nos atenemos a su contenido. 

    Hay cosas en la vida que han cambiado poco, y que nunca cambiarán, por muchos adelantos que tengamos. 

    Para todos los que les guste este tipo de poemas, ahí va este que escribió con motivo de uno de sus cumpleaños.




 CUMPLEAÑOS FELIZ

(Ignacio Fraile Muñoz)


Me dicen todos este año,

que lo veas muy feliz,

porque a todos les parece

que otro más va a ser difícil.


Pues noto ya al caminar,

cada vez más tropezones,

y esto me hace sospechar

que la cabeza no marcha

como debería marchar.


Si esto no está en condiciones

que es el motor principal,

que depende todo engranaje,

los miembros marcharán mal.


Y pienso que si la llevo

a un mecánico a arreglar,

me diga “no tiene arreglo”

por estar gastada ya.


Pues seguiremos así,

que siempre será mejor,

que si la mando arreglar

se quede en la operación.


No veo ninguno en mi pueblo,

y esto me hace sospechar,

que de mi edad no haya nadie

que ya pueda pasear.


Pues tres o cuatro que hay

apenas se pueden valer,

y tienen que estar en casa

por no poderse mover.


Así es que pensando en esto

que nos sirva de anticipo,

es señal que en esta patria

se nos cumple ya el permiso.

En fin, seamos sensatos,

y evitemos egoismo,

que a nuestros antepasados

también sucedió lo mismo.


Pues ya de sobra sabemos

que esta vida es militante,

según prestes el servicio

te servirá la triunfante.


Y para ir a la otra

en serio tienes que pensar,

que allí no es por temporada

que es para la eternidad.


Y aunque por el purgatorio

también tengas que pasar,

¿Quién se presentará ante Dios

sin el vestido nupcial?


Y una vez limpio de manchas

de esta vida terrenal,

llegaremos más contentos

a la Patria Celestial.


Allí saldrán a esperarte

con una gran alegría

todos tus seres queridos

junto a la virgen María.


Si esta dicha y esta gloria

no te empeñas en ganarla,

teniéndola ahora en tus manos,

te quedarás sin gozarla


¡Que triste sería vivir

sin la esperanza tan buena,

pues sólo el vivir aquí

no merecía la pena!