Ángel Fraile
Desde hace ya bastantes años, era necesario hacer una entrada a la iglesia con un acceso fácil para las sillas de ruedas, o personas con dificultades para caminar. Como ya sabemos, la entrada a la iglesia hasta ahora no era más que una y con escaleras, las cuales limitaban su acceso a personas de edad o con alguna minusvalía.
Por fin ha llegado el momento de hacer otra puerta por la parte del mediodía, lo que la gente de antes conocía como del " juego de pelota". Se ha buscado en el lateral, un punto donde coincidiera el nivel del piso de la iglesia con el nivel de la calle, donde iba a ir la puerta, ya que la calle tiene un ligero desnivel, por lo que en la parte del altar mayor, el nivel del suelo queda más bajo que la misma calle, lo que dificultaría la entrada por ese lugar.
El pasado domingo 29 de octubre ya se ha podido acceder al templo por esta puerta de madera que permite pasar un silla de ruedas ampliamente. La obra ha corrido a cargo del ayuntamiento que se ha comprometido a sufragar los gastos necesarios tanto de la puerta como de los materiales y mano de obra.
Hoy,1 de noviembre, día de Todos los Santos, antes de la misa se ha inaugurado y bendecido oficialmente por D. Rogelio, nuestro párroco, en presencia del ayuntamiento y de los fieles, con la iglesia a rebosar. La inauguración ha sido desde el interior de la iglesia, ya que el tiempo amenazaba lluvia. Después de la bendición, Ángel, el alcalde ha cortado la cinta que impedía el paso, quedando inaugurada la nueva entrada.
Además de esta actuación, se ha limpiado y repintado la puerta principal, que también era muy necesario. en este caso ha colaborado económicamente la cofradía de S. Isidro.
D. Rogelio, ha agradecido la colaboración tanto del ayuntamiento como de la cofradía de S. Isidro, para que se hayan llevado a cabo estas obras, y así mejorar el aspecto y el acceso de la iglesia.
Terminada la misa, estaba previsto subir al cementerio para un oficiar un oficio por los difuntos, pero nada más de salir de la iglesia, ha empezado a llover de nuevo y no ha podido hacerse este tradicional acto.