Ángel
Como casi todo en esta vida, las cosas no son siempre buenas o malas, sino que todo tiene matices. La conocida "Ley de Campoamor" que todos hemos oído en varias ocasiones decía: "Y es que en el mundo traidor / nada hay verdad ni mentira: / todo es según el color / del cristal con que se mira". Esta frase del poeta Ramón de Campoamor se puede aplicar en sentido figurado, al caso al que me voy a referir.
Volviendo a la niebla, de la cual quiero comentar, diremos que es un fenómeno meteorológico que tiene muchos inconvenientes, y más hoy en día cuando las comunicaciones forman parte de la vida diaria de muchas personas, las cuales tienen que sufrirla.
Por el contrario, también esta niebla tiene un punto bucólico, que nos estremece el espíritu y nos abre los ojos y nos impresiona, cuando salimos al campo. Hace unos días, paseando a primera hora de la mañana, con una intensa niebla y con temperaturas bajo cero, donde la vista no alcanzaba más que a unos pocos metros, pareciendo que nos encontrábamos en las nubes, aunque en realidad así era, pues no dejan de ser nubes a ras de suelo.
La noche había sido muy fría con una fuerte helada propia del mes de enero. Amaneció y la niebla se hacía dueña de todo el término. Las plantas y los árboles parecían estar decorados y vestidos de algodón. Las nubes empezaron a ascender poco a poco a medida que la luz iba penetrando a través de ellas, aunque el sol no lograba salir, empezándose a divisar las bonitas imágenes de las plantas silvestres, del pinar, y de multitud de plantas que se divisaban a lo largo del camino. Unas llamativas estampas que en realidad hicieron que me olvidase del intenso frío.
Os propongo, que os animéis estos días de fuertes heladas y de niebla, y bien compuestos con el correspondiente abrigo y guantes, os deis un paseo por los caminos y cerros, y cámara o móvil en mano y con los ojos bien abiertos, disfrutareis de estas imágenes tan maravillosas, que de vez en cuando nos regala la naturaleza. Aquí os pongo unos ejemplos de aquella fría mañana de la que disfruté.
Para todos aquellos que por diversos motivos no tengáis oportunidad de disfrutar de estas vista, os dedico estas fotos, de aquella cencellada, o caramada como la conocemos por estas tierras, y que disfrutéis como yo lo hice.
Espero que os gusten.