EXPONEMOS AQUÍ EL PROGRAMA DE LAS FIESTAS DE ISCAR DE ESTE AÑO 2025, QUE COMIENZAN EL PRÓXIMO FIN DE SEMANA.
CREEMOS QUE PUEDE SER DEDE INTERÉS PARA MUCHAS PERSONAS.
GRACIAS A CARLOS POR FACILITARNOS EL ENLACE DESDE SU PÁGINA DE PEDRAJAS
Nueva sección de Vallelado.net en la que iremos colocando las noticias y los comentarios que nos enviéis.
EXPONEMOS AQUÍ EL PROGRAMA DE LAS FIESTAS DE ISCAR DE ESTE AÑO 2025, QUE COMIENZAN EL PRÓXIMO FIN DE SEMANA.
CREEMOS QUE PUEDE SER DEDE INTERÉS PARA MUCHAS PERSONAS.
GRACIAS A CARLOS POR FACILITARNOS EL ENLACE DESDE SU PÁGINA DE PEDRAJAS
LA ERMITA DE MATA DE CUÉLLAR
Y EL SANTO CRISTO DEL AMPARO DE TORRE
Ángel Fraile de Pablo
En Vallelado, como en otros lugares, la tradición oral ha ido forjando leyendas, más o menos verosímiles, transmitidas de generación en generación. Un pequeño valle denominado Barco de Matamoros evoca las luchas entre musulmanes y cristianos durante la Reconquista, igual que la legendaria Cueva de la Mora, donde cuentan se esconde un tesoro, buscado sin éxito por algunos.
Las leyendas más conocidas se originaron a causa del reparto de los bienes concejiles y eclesiásticos de Óvilo y Torre entre los pueblos de los alrededores, tras su despoblación. Es tradición que Vallelado se quedó con las tierras de Óvilo y San Cristóbal con un Cristo. Se cuenta también que a finales del siglo XIX los vecinos de San Cristóbal salieron en rogativa con el citado Cristo hasta la Olma de Vallelado, y los de nuestro pueblo intentaron arrebatárselo, sin lograrlo. Algo semejante afirman que sucedió entre Vallelado y la Mata al deshabitarse Torre: Vallelado se quedó con las tierras y el pinar, mientras la Mata se llevó otro Cristo, al que los vecinos de Torre y Vallelado profesaban gran devoción. Tan desigual reparto no debió de satisfacer a ninguno de los dos pueblos. Al parecer, esta imagen, que algunos identifican con el Santo Cristo del Amparo, estuvo hasta hace no muchos años en la ermita humilladero de la Mata, adonde acudían devotos de Vallelado a llevarle aceite para la lámpara y a oír misa.
Cuenta la tradición oral, que cuando se despuebla torre, a mediados del silo XVIII, Vallelado se quedó con las tierras concejiles y con todo el término, y los vecinos de Mata se quedaron con la imagen del Santo Cristo del Amparo al que he hecho referencia. Esta imagen estuvo durante muchos años en la ermita del humilladero de Mata. Los vecinos de Vallelado tenían mucha devoción a este Cristo, e iban a rezar y oír misa en muchas ocasiones hasta la ermita. Se hizo popular, seguramente en años de pertinaz sequía, una pequeña oración que decía: “Agua te pedimos Santo Cristo del Amparo. Agua te pedimos para nuestros campos”.
Hace ya unos años, me contaba Juliana Muñoz, que ella recordaba, que cuando era niña había ido alguna vez con su abuela Dominica a oír misa hasta la ermita del Santo Cristo del humilladero.
Los 5 Km que aproximadamente hay entre Vallelado y el humilladero de Mata les recorrieron en una borriquilla. La ermita estaba situada a la salida del pueblo a la derecha de la carretera que conduce hasta Iscar. Se derruyo hace ya muchos años cuando se encontraba en mal estado, por seguridad.
Un servidor tomó imágenes años antes, donde podemos apreciar la fachada y puerta de entrada y la ermita cuando ya se había derrumbado la cubierta.
SEGADORES DE VALLELADO,
UNA TIERNA HISTORIA
(Publicado en la revista “La Villa” Nº 36 - diciembre 2008)
Ángel Fraile de Pablo
“Ya ha pasado el frío invierno en Castilla, la primavera ha sido generosa, y el campo divisado desde los cerros de tantos pueblos, se ofrece cual mar en el horizonte. El ligero viento, mece los panes que muy pronto tomarán un color entre rojizo y dorado, indicando que la cosecha está lista”.
Aunque el trabajo del campo, ha cambiado radicalmente desde hace ya bastantes años, es conveniente conocer como lo hacían nuestros abuelos, que con gran esfuerzo y fatigas, lograron salir adelante, para que los agricultores del siglo XXI, se sientan orgullosos de este legado.
Este relato, bien podía ser el comienzo de una crónica periodística de principios o mediados del siglo XX de cualquier periódico de provincia.
Pasada la festividad de San Isidro, los segadores comenzaban a preparar las hoces y herramientas, que los acompañarían durante los meses, del largo y caluroso verano. Era la siega una faena tan penosa y sacrificada, que gracias a Dios ya hace unas décadas que acabó, dando paso a la industrialización del campo, pero que no debemos olvidar, pensando en lo que nuestros antepasados más cercanos tuvieron que penar para ganarse el sustento, porque la vida entonces era como era.
Los días anteriores a su partida, habían afilado las hoces e incluso encargado al herrero del pueblo alguna nueva. Los dediles de cuero, para protegerse de posibles cortes, que reposaban colgados en el sobrado, se habían quedado duros y correosos, por lo que había que suavizarlos con grasa para darles flexibilidad. Las zocatas protectoras de madera y las muñequeras de cuero ya estaban a punto.
Acompañando a la cuadrilla, iban algunos animales a los que hoy llamamos finamente “de compañía”, y que no son un invento reciente, puesto de moda ahora en las grandes ciudades, sino que ya existían desde hace muchos años, aunque con matices bastante diferentes a como ahora los conocemos. Los animales que llevaban los segadores a sus tajos y los acompañaban eran, como hemos dicho, borricos, que además de hacer un buen trabajo, para transportar la carga, tanto de enseres como la propia del segador, convivían con él las 24 horas del día y por supuesto que se hacían mutua compañía. El burro comía y sesteaba en el rastrojo, al igual que el amo; dormía en la cuadra, el amo en el pajar; el amo bebía agua de algún pozo cercano, si es que había, y si no, agua de la botija; el burro también de la botija, pero claro está que no directamente, sino que, para ello, usaban como recipiente, la boina grasienta del dueño, que vuelta del revés hacía de improvisado cuenco donde poder beber el sediento animal.
Otro animal que acompañaba a los segadores era el perro, pequeños perros, sin alcurnia ni raza conocida, de los llamados perdigueros y que también convivían con sus dueños las 24 horas, y por supuesto que compartían la misma comida del segador. El perro se sentaba a la hora de comer cerca del amo con la cabeza levantada, los ojos bien abiertos y fijos en los movimientos de las manos del segador, mientras partía un chorizo, un poco tocino, pan… con esa paciencia y sin perder de vista la comida, de vez en cuando caía un trozo de pan o tocino, que hacía las delicias y que poco a poco lograba matar el hambre del pobre animal. Segadores y animales compartían la comida como buenos hermanos y compañeros de fatigas, durante los días que permanecían fuera de casa y lejos de la familia. Esto y mucho más era lo que todos disfrutaban, en buena armonía.
Terminada la comida siempre había un momento para cambiar la estaca al burro para que siguiera comiendo, y por supuesto unos minutos de reposo o siesta a la sombra del sombrero o de alguna hacina de paja. Y después, a seguir surco por surco, hasta que se pusiera el sol, que es el que marcaba la jornada con su luz, y vuelta a casa, donde ya el ama les preparaba la cena, bien sentados en la mesa, y a descansar, que al día siguiente esperaba otra dura jornada.
La improvisada cama era de colchón de paja, del propio pajar, sirviendo la manta de protección para que no picara. El cansancio hacía que no fuera difícil conciliar el sueño, aunque el colchón no fuese de látex. La única compañía nocturna podía ser el perro y algún que otro bicho, seguramente no muy agradable, pero que también les hacía compañía.
Así pasaban mes y medio hasta que volvían a su tierra, a finales de julio, para seguir trabajando para otro amo. Ni que decir tiene que la semana laboral era de 7 días y al menos 12 horas diarias de trabajo. El jornal, contratado de antemano, solían ser 4 ó 5 pesetas diarias.
Cierto año, pasados varios días de estar en el tajo, uno de los compañeros echó de menos a su perrilla “canela”, que así la llamaba, y que los había acompañado hasta Tierra Segovia. Le parecía extraño que hubiera desaparecido, cuando era habitual que no se moviera de entre el grupo de segadores. Pasaban los días y la canela no aparecía, aunque nada se podía hacer, pues tenían que terminar su trabajo. Finalizado el trabajo contratado y ya de vuelta a Vallelado, comentaron el caso de la perrilla en la propia casa, donde le contestaron que hacía unos días que por la mañana cuando se levantaron, vieron al animal descansando en la pajera, cerca de la cuadra, pensando que ya habrían vuelto los segadores, y que les sorprendió que no fuera así, y observando más de cerca pudieron divisar dos crías casi recién nacidas que acompañaban a su madre. Cuando la cuadrilla llegó a casa, todos saltaron de alegría por haber recuperado al simpático animal vivo y sano.
Con cuántas cosas nos sorprenden y no enseñan los animales, que sin tener inteligencia parecen más listos que nosotros mismos. El instinto de “canela” hizo que, por sus propios medios, sin GPS, ni mapa escrito, y solo guiada por su instinto animal, consiguiera volver a Vallelado, para allí tener a sus crías y poder sacarlas adelante. Agradable sorpresa la de estos segadores, que, seguro que ya habrían oído a sus padres o abuelos, casos similares al de la perrita Canela, a lo largo de tantos años de duro trabajo en el campo.
Una bonita y tierna historia, que nos confirma que también los animales sienten, y son agradecidos, aunque no puedan pensar como nosotros.
Ángel Fraile
Desde hace pocos años, Vallelado tiene un entretenimiento más. En el parque de la Casa del médico, se ha construido una pista para jugar a la Petanca.
El juego de la Petanca no se conocía en Vallelado hasta entonces, pero la Asociación de mujeres, ASOMUVA tuvo la idea de promocionarlo, con una gran acogida desde el principio. Se da la circunstancia, de que es un juego indicado prácticamente para todas las edades, que no necesita un esfuerzo físico importante, por lo que pueden practicarlo indistintamente, hombres, mujeres, jóvenes y no tan jóvenes. Cualquiera que tenga ganas de aprender y disfrutar. Este es un juego colectivo, como otros, que además de ser saludables físicamente, tiene un componente social y de relación, que hace que sea muy indicado para socializar, cosa hoy muy importante cuando el contacto es demasiado virtual en muchas ocasiones.
En este caso concreto de Vallelado, como ya he comentado, ha hecho que muchas personas salgan de su casa y de su confort, como ahora se dice, para relacionarse y jugar, creándose entre los participantes, un buen rollo.
Diría yo, que la petanca está además proporcionado una gran labor social, tanto de participantes como de espectadores, cuando se disputa algún campeonato.
El ambiente es muy bueno y sano, y el espíritu competitivo también. Se da la circunstancia de que muchas personas, viviendo en el mismo pueblo, no tenían más relación que un “Hola” o “Adiós”, y aquí han podido hablar y charlar con esas personas con las que nos habíamos cruzado tantas veces, durante incluso años, y con las que nunca habíamos tenido oportunidad de charlar y conversar. Todo un acierto, esto de la Petanca.
Sirva este pequeño comentario para animar a aquellos que todavía no han dado el paso de iniciarse en el juego de la Petanca
Mi enhorabuena a todos los que hacen posible que se haya creado un buen ambiente en torno a este popular juego.
BIENVENIDOS A VALLELADO,
POR EL CAMINO DE LA VEGA
Ángel
La tarde del miércoles 16 de julio, pasando por el camino de la Vega, en el campo de futbol, me ha sorprendido que alguna persona u organismo, no se quien, HAN PUESTO EL RÓTULO QUE PODEIS VER EN LA FOTOGRAFÍA. Parece que está aún sin terminar, Al lado el escudo de Vallelado, un bonito dibujo. Me gustaría saber de quien ha sido la idea. Por cierto, me parece una bonita idea de BIENVENIDA.
Ya tenemos el rótulo de bienvenida a Vallelado, que nos recibe por la carretera, en la rotonda, entrando por la parte de Mata de Cuéllar. Ahora, otro por el camino de la Vega, junto al campo de futbol, que nos recibe cuando entramos desde la carretera de Cascón, viniendo de Valladolid. Solo queda poner otro, en la entrada del ESTE o Saliente, viniendo desde Cuéllar o S. Cristóbal. Así ya tendríamos cubiertas todas las entradas.
Lo digo un poco en sentido irónico, pero tampoco sería mala idea. Ahí lo dejo para quien corresponda.
Nos cuentan que es Pili Carmona, la que está realizando los murales que están en el campo de futbol de la Vega. Los materiales corren de cargo del ayuntamiento de Vallelado.
Un bonito mural. enhorabuena a los que han tenido la idea y a los que participan en su realización, si hay alguien más que Pili.
MES DE JULIO, TIEMPO DE BREVAS, QUE NO DE HIGOS
Ángel
Ha llegado el mes de julio, y como no, también los calores del verano, que todos tratamos de evitar. Estamos en el mes más caluroso del, y las estadísticas lo dicen. Sin embargo, a partir de estos días podemos disfrutar de un fruto sabroso, como son las brevas. Las brevas son el primer fruto que da la higuera, y maduran a partir del mes de julio.
Más adelante, en septiembre, vendrán los higos, más dulces aún y más sabrosos.
Las brevas suelen ser de mayor tamaño que los higos, pero de un sabor algo menos dulce, ya que es el sol del verano el que hace que ese dulzor llegue al máximo.
Para aquellos que quieran saber algo más, os digo que existen dos tipos de higueras, en cuanto al número de frutos que dan. Las higueras llamadas UNÍFERAS, son las que dan únicamente un fruto, los higos que maduran como hemos dicho al final del verano y comienzos del otoño. Las higueras que dan dos frutos reciben el nombre de BÍFERAS, dando un primer furo en esta época, las brevas, y en el mes de septiembre los sabrosos higos. Si os fijáis bien cuando tengáis a mano una higuera, podéis comprobar en estas últimas, las brevas, de gran tamaño, y además los higos que son como pequeños botones, que madurarán más adelante.
Para aquellos que les haya gustado este pequeño comentario, ya sabemos lo que dice el refrán… "Nunca te acostarás, sin saber una cosa más".
¡¡ Que no nos falte nunca la curiosidad,
y las ganas de aprender cosas nuevas¡¡
Ha fallecido en Segovia el día 13 de julio de 2025, a los 71 años de edad, JESÚS LÁZARO ÁLVAREZ, hijo de Manuel y Carmen (farmacia de Vallelado).
Nos unimos al dolor de su familia, especialmente de su esposa M. CARMEN MUÑOZ GONZÁLEZ. De sus hijos LUIS JESÚS Y CARMEN MARÍA LÁZARO. De sus hermanos MIGUEL, JOSE, MARI CARMEN Y PAQUITA. De sus hermanos políticos M. JESÚS, CARLOS Y ÁNGEL, CHARI. Y a todos sus sobrinos, primos y demás familiares. D.E.P..
El día 28 de junio de 2025, fallecía en Madrid, AMPARO DE LA CALLE BAEZA, nacida en Vallelado. Sus hermanas, todas naturales de Vallelado, nos lo comunican para que lo incluyamos en este blog noticias de Vallelado, y a las que desde aquí, les damos nuestro sentido pésame por el fallecimiento de su hermana Amparo. D.E.P.
Hermanas de Amparo de la Calle:
Vallelado 8 mayo 1941 – Madrid 28 junio 2025
AMPARO DE LA CALLE BAEZA, hija de Martina Baeza Cuéllar y Sabiniano de la Calle Muñoz, sobrina del Ilustre Médico segoviano Mariano Cruz Baeza Cuéllar. Falleció en Madrid, el sábado 28 de junio de 2025, después de una vida plena y vocacional, desde la adolescencia, por ser misionera de la Congregación de las HH. Carmelitas de la Caridad, labor que realizó con mucha alegría, siempre positiva, adelante con proyectos e iniciativas universales, buscando la verdad y transmitiéndola a lo largo de su vida.
Después de su experiencia y entrega religiosa, en distintas provincias de España, marchó de misionera a Perú, dónde realizó una labor importante, por distintos destinos y colegios, entregando su vida a difundir las ideas tanto de la fundadora de la Congregación, Joaquina de Vedruna, como la fé y prácticas cristianas.
FESTIVAL DEL AJO 2025
Ángel Fraile
El sábado 5 de julio se celebró en Vallelado, el “Festival Folclórico del ajo 2025”. Por la mañana misa en honor del Santo Tomás Apóstol y procesión posterior.
La tarde ha estado insegura y se temía que hubiera tormenta. Sin embargo, nada de esto se ha cumplido y a las 9:30 de la tarde la temperatura era bastante agradable para esta época.
Han desfilado los grupos participantes en esta XXXVI edición del festival. Desde el frontón, han venido desfilando por la calle Arroyo hasta la plaza del Barruelo, los dos grupos invitados este año y el GRUPO DE DANZAS BIELDO, como anfitrión:
Los dos grupos que nos han visitado son:
Desde la comunidad gallega, LA ASOCIACIÓN CULTURAL XIADA, procedente de Pobra do Caramiñal (La Coruña).
De más cerca el GRUPO DE MÚSICA Y DANZA LOS CHACHIPES, desde El Escorial (Madrid).
La plaza del Barruelo repleta de gente. Muchos acomodados en sus sillas y otra cantidad de personas importante, de pie por todo alrededor. Han sido muchos los venidos de fuera, familiares, amigos o gentes de los pueblos cercanos, que año tras año, vuelven a disfrutar de nuestra música y danzas, y de los grupos que nos visitan desde distintas partes de España
La presentación del festival ha corrido a cargo de Tomás Arranz, que también ha formado parte del grupo de Danzas Bieldo, y que ha recordado como fueron los comienzos de Bieldo.
El grupo va renovándose año tras año, incorporando personas jóvenes. Los más veteranos van dando paso a caras nuevas. La escuela infantil de Bieldo parece que, va calando en los pequeños, que un día formarán parte del grupo de mayores.
Saludamos desde este blog de noticias, a los participantes y a las personas venidas de otras comunidades. Esperamos que tengan un grato recuerdo de este encuentro. Aquí teneis algunas fotos de este XXVI, festival. Nuestro deseo es que se hayan llevado un grato recuerdo de Vallelado y del Festival del Ajo.