Ángel Fraile
Un antiguo refrán, dice: “Abril y mayo, las llaves del año”. En una economía basada principalmente en la agricultura, como era la de nuestro pueblo, hace ya muchos años, las lluvias primaverales suponían la clave para que el trabajo de todo el año diera sus frutos. Se daba la triste circunstancia que los años excesivamente secos, se pasaba hambre, pues era una economía casi de subsistencia.
Hoy, afortunadamente vemos que los tiempos han cambiado, y la agricultura, aunque depende en gran medida de las lluvias de primavera, también se siembran mucho regadío, para así compensar.
En 2025, hemos tenido, o tenemos, una primavera muy generosa en cuanto a precipitaciones. No hace falta más que echar una mirada al campo, donde el verdor de los cereales llama la atención, con una estampa que desgraciadamente no vemos todos los años. Por lo tanto, las llaves de este año han sido unas grandes llaves, como aquellas que servían para abrir las puertas de las casas.
Con los que disponemos, este año, en los meses de abril y mayo se han recogido en total 119 litros de precipitaciones. La media de los últimos 5 años en cuanto a los meses de abril y mayo es de 86 litros por lo que este año 2025 ya vemos que ha sido muy generoso.
A estas lluvias podemos añadir que las heladas tardías, en los meses de abril y mayo, tan perjudiciales, y tan habituales, no se han producido este año.
La temperatura más alta registrada en el mes de abril ha sido de 27.2 grados el día 24, y la mínima de este mismo mes 0.4 grados que marcó el termómetro el día 16. En cuanto a mayo, la más alta el día 29 con 35.3 grados, y la mínima 2.4 grados el día 7.
Hemos comenzado junio hace poquitos días, y el primer día ya hemos alcanzado 33 grados. Veremos cómo van evolucionando las temperaturas a las puertas del verano, que está a la vuelta de de esquina.
Aclaración: Los datos que aporto, están recogidos de una estación meteorológica que se encuentra dentro del casco urbano de Vallelado.
Las fotos que os pongo son del día 14 de mayo, víspera de San Isidro. El verdor tan intenso llama nuestra atención.